Las peores mentiras para un inversionista en bienes raíces son aquellas que no te dejan crecer financieramente.
¿Cuál es la diferencia entre una persona que crece y una persona que no crece? Pues bien, si estoy pensando todo el tiempo que no puedo crecer financieramente, caeré en una enorme contradicción y me empezaré a cuestionar cuál es el punto de hacer las cosas.
Empezarán a surgir preguntas tales como:
- ¿Entonces para qué hago esfuerzos?
- ¿Para qué controlar mi presupuesto?
- ¿Para qué ahorrar si no voy a poder invertir en bienes raíces?
Y aquí toca tener mucho cuidado, porque empiezas haciéndote esas preguntas y, al final, terminarás con la convicción de que esas son las “razones” por las cuales no logras tus objetivos.
Miremos todo esto un poco más a profundidad.
Tu mente te engaña
Así es, tu mente te engaña cuando te dice que no puedes aumentar tu patrimonio. La mayoría de nosotros queremos aumentar el patrimonio, pero somos muy pocos los que creemos realmente que lo podemos lograr.
Tenemos tan implantados pensamientos como que “es difícil crecer”, “hay muy pocos recursos”, “es que mi situación es difícil”, “yo no puedo por esto”, “yo no puedo por lo otro”…
Henry Ford decía:
“Si tú crees que algo se puede hacer, o que no se puede hacer, tienes toda la razón”
Los Pensamientos Limitantes y sus Consecuencias
Mira esto y hazte la pregunta. Supongamos que tú piensas que no puedes crecer financieramente…
¿Es cierto eso?
¿Cómo afecta tu situación cuando te repites una y otra vez que no puedes crecer financieramente, que los gastos que tienes son muchos, que no tienes trabajo, que no tienes ingresos suficientes, que hay mucha desigualdad, que bla bla bla?
Todos esos “argumentos” que te das para que tu mente no te enloquezca, son el motivo por el cual no puedes crecer financieramente.
Ahora, considera también esto. Cuando tú crees el pensamiento de que no puedes crecer financieramente, ¿cómo afecta eso a tu motivación para buscar alternativas? ¿Cómo afecta eso a tu motivación para ahorrar?
Porque si estoy pensando que yo no puedo crecer financieramente, ¿para qué ahorro?, ¿para qué hago esfuerzos?, ¿para qué controlo mi presupuesto?, ¿para qué busco más trabajo?
“Me van a decir que no”, “hay mucha competencia”, “no es para mí” o “me va a salir mal”…
Me lleno de argumentos para no hacer lo que tengo que hacer.
Pero alto, no voy a crecer financieramente porque tenga un pensamiento. Voy a crecer financieramente porque genero una serie de estrategias que me van a ayudar a lograr lo que yo quiero en mi vida. Eso es lo que hace la diferencia.
¿Cuál es la diferencia entre una persona que crece y una persona que no crece?
Comenzamos por los pensamientos, porque si pienso que no podré, entonces, no podré.
Luego empiezo a mirar cuáles son los pasos que puedo dar en la dirección correcta.
Te digo algo, quizás ahora tengas menos de lo que tenías hace un tiempo. Quizás no has crecido tanto omo tú has querido financieramente.
Pero la pregunta que te hago es: ¿cómo empezaste? Porque hubo un momento que no ganabas nada y, luego, ganaste algo.
¿Eso no es empezar a crecer?
Ahora debes preguntarte, ¿qué fue lo que hiciste en tu pensamiento que paró ese crecimiento? O ¿qué es lo que estás haciendo en tu pensamiento, en este momento, que no te está dejando crecer?
Porque si tú miras eso, es más fácil cambiar el pensamiento que cambiar las circunstancias. Es más fácil cambiar mi pensamiento de: “No puedo crecer financieramente” a “no estoy haciendo lo suficiente para prepararme, para conseguir un mejor empleo, o para buscar ese empleo que quiero, o hacer mis negocios”, o lo que sea.
Hay muchas formas de crecer aunque tengas poco. Si quieres profundizar más sobre el tema, te recomiendo mi entrada de blog “Estrategias para Convertir un Bajo Salario en Riqueza y Abundancia”.
Enfócate
Si yo me enfoco en lo que yo puedo hacer, va a haber una diferencia increíble en mis resultados, sencillamente, porque me voy a enfocar en la acción.
¿Cuáles son esos pasos que tú puedes lograr?
- ¿Es verdad que tú no puedes crecer financieramente?
- ¿Estás ahorrando lo suficiente?
- ¿Estás controlando tus gastos?
- ¿Estás haciendo un presupuesto?
- ¿Estás educándote financieramente?
- ¿Estás educándote para crecer en lo que quieres hacer?
- ¿Estás rodeado de personas que te ayudan a crecer?
- ¿Estás invirtiendo tu tiempo en una forma que te ayuda a crecer?
- ¿Realmente has decidido crecer?
- ¿Estás haciendo más importante tu corto plazo, que tu largo plazo?
Si miras todos estos aspectos, te vas a dar cuenta que puedes hacer la diferencia.
Y, por último recuerda que: