Una de las mejores decisiones financieras que puedes tomar es invertir tus ahorros en bienes raíces. Gracias a ellos podrías alcanzar la estabilidad de tus finanzas personales y la independencia financiera que tanto deseas.
Sin embargo, poner una propiedad bajo alquiler, no se trata sólo de conseguir a alguien que pueda cancelar el pago de la renta mes a mes. Uno de los puntos más importantes (y en donde muchas personas fallan) es elegir bien a tus inquilinos y mantener una buena relación con ellos.
A continuación te daré algunos consejos que podrían ayudarte.
Cultiva la relación
Mantén una comunicación efectiva con tu inquilino. Entre otras cosas, esto supone responder con rapidez cuando se ponga en contacto contigo. También debes tomar la iniciativa y verificar cada mes que todo esté en orden, así como mantenerte en contacto con los vecinos para saber si han tenido algún inconveniente con el ocupante.
Recuerda, la comunicación es la regla del oro en el alquiler. Una comunicación constante permite que la relación entre propietario e inquilino se consolide poco a poco.
No te entrometas
Propietario e inquilino han de respetar los límites de cada quien. Entrometerse en asuntos que no les corresponden pueden ser un riesgo para la relación. Por tanto, nada mejor que se practique la transparencia, la flexibilidad y los deseos de respetarse mutuamente; es decir, no meterse donde no los llaman para evitar posibles discrepancias.
Sé un buen oyente
Es importante sentarse a escuchar a sus inquilinos en el caso de que surja alguna disputa, pues te permitirá descubrir qué es lo que les molesta y de allí podrás tomar la riendas de la discusión para encontrar una solución. No te pongas a la defensiva o te molestes, el levantar la voz sólo empeora las cosas. Además, es importante que demuestres que entiendes su punto de vista aunque no estés de acuerdo. Hablar con calma y asentir ligeramente con la cabeza hará que te ganes a su inquilino con mayor facilidad.
La legalidad por delante
Un buen contrato permite al propietario e inquilino sentirse cómodos y respaldados. En el documento se deberá llegar a acuerdos que satisfagan las necesidades de ambas partes, y que estipulen los derechos de cada quien. Si tienen un problema que ha sido tratado en el contrato, ambas partes deberían ser capaces de saber cómo proceder. Por eso es importante tener un acuerdo amplio. Si por ejemplo no quieres fiestas ruidosas o visitantes que pernocten, asegúrate de escribirlo explícitamente en el contrato.
Conserva un rastro documental
Las pruebas concluyentes pueden ayudar a resolver disputas en lo que respecta a reparaciones, pagos y comportamiento aceptable. Encarga fotografías de la propiedad y que se haga un inventario al inicio del alquiler. Guarda un archivo con copias de todos tus correos electrónicos y facturas. También deberías incluir fechas y horas de las llamadas telefónicas, junto con notas sobre las conversaciones. Guarda una copia de todas las cartas de advertencia que les hayas enviado a tus inquilinos junto con sus respuestas. Si un caso llega a juicio, esta documentación tendrá un valor incalculable.
Más vale prevenir que lamentar.
Por último recuerda que: